Argentina está importando alimentos procesados de China sin límites,

lo que genera preocupación entre los productores locales.

En enero de 2025, el país importó 9.277 toneladas de tomate procesado, de las cuales 5.330 toneladas provinieron de China. Esto representa un aumento significativo en comparación con el año anterior.

La decisión de permitir la importación de alimentos procesados de China se enmarca en la política de desregulación del gobierno argentino, que busca reducir la inflación. Sin embargo, los productores locales argumentan que esta medida los perjudica, ya que no pueden competir con los precios más bajos de los productos importados.

Además, la noticia destaca que la importación de alimentos procesados de China puede generar un "arbitraje" en el mercado, es decir, que los precios de los productos locales se ajusten a los precios de los productos importados, lo que podría afectar negativamente a los productores locales.