Carlos Grigioni, un joven misionero, embistió y arrastró a un comisario de la policía

de Corrientes durante un control de tránsito en Ituzaingó para evitar el secuestro de su cuatriciclo.

Tras ser detenido, fue puesto a disposición del fiscal Eugenio Balbastro y se le imputaron cargos por "Atentado y resistencia a la autoridad, lesiones y daños a los bienes del Estado". Después de cuatro días detenido, Grigioni recuperó la libertad al pagar una fianza de 1.500.000 pesos. Este depósito actúa como garantía de su comparecencia en el proceso judicial, y perdería la fianza en caso de incumplimiento.